Muy buen día, ya de tarde, hermanos y hermanas que tienen su fe cimentada en Jesucristo. Que este Señor, el Único y Verdadero Dios, sea quien nos muestre con Amor la Verdad, para que, amando cada día más lo que Él ama de nosotros, por la intercesión de san Leobardo y santa Priscila, podamos amar con mayor fervor lo que deberíamos amar de Él: su Plenitud.
El 31 de agosto del 2010, tuvimos la oportunidad de reflexionar juntos sobre un tema que parece espinoso entre los católicos que no quieren conocer su fe: la religión. En esa reflexión, titulada “¿Iglesia o Religión?”, dejábamos sumamente claros los conceptos de “Religión” e “Iglesia”, y pudimos entender perfectamente que sin religión no hay acceso a la divinidad, por lo tanto, sin religión no hay acceso a Jesucristo, ni al Espíritu Santo, ni al Padre. Recomiendo su lectura a todo el que no la ha leído. Sin embargo, hoy me veo en la necesidad de retomar el tema debido a un video viral que ha surgido en la red, que afirma que la religión es maligna y que sólo Jesucristo salva, y que ha logrado que muchos hermanos se escandalicen. A esto me referiré brevemente hoy, haciendo un breve paréntesis en la secuencia de reflexiones que llevamos sobre la vocación en Jesucristo.
En el video se ve un joven, quizá universitario, que ha compuesto unos versos en torno a lo que él ha entendido como conversión. Tenemos que reconocer que en parte del video, tiene razón en lo que dice, y esto que dice con razón no debería ser motivo de escándalo o ira entre los creyentes, sino motivo de alegría, porque ese joven ha dejado su vida de pecado y está intentando reconciliarse con Dios por Jesucristo. Pero también es necesario aclarar ciertos errores que sí comete en sus versos. Constantemente utiliza las palabras Iglesia y religión de manera indistinta; podemos afirmar que la Iglesia es la institución humana-divina que el Señor ha establecido para que sea un lugar de encuentro entre nosotros mismos y con Dios, y la religión es lo que el ser humano ha creado para poder entender el misterio de encontrarse con Dios. Nuestra mente no tiene la capacidad de llegar a Dios si no es que Dios lo permite, pero nosotros mismos necesitamos signos, símbolos y gestos que nos hagan comprender el misterio y nos abran a la experiencia de Dios. Por lo tanto, la Iglesia es necesaria para que el misterio de Dios se manifieste en el Amor, y la religión es la respuesta que damos a este misterio de Amor.
Jesús no vino a suprimir ninguna religión, como diría este joven en el segundo 20 del video. El mismo Jesucristo dijo: “No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” (Mt. 5, 17). Y es muy cierto que Jesucristo llama a los escribas y los fariseos “sepulcros blanqueados” (cf. Mt. 23, 27-32), pero no les llama así a todos los escribas y fariseos sino sólo a los hipócritas. Es importante leer el texto en el contexto y no asumir nada; para nosotros, decir fariseo es decir hipócrita, pero para Jesucristo no. Él mismo es quien le dice a un escriba: “Tú no estás lejos del Reino de Dios” (Mc. 12, 34a); y podemos ver que ser fariseo y ser cristiano no era contradictorio puesto que san Pablo, luego de su conversión, aún decía: “Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos” (Hch. 23, 6b). También, aunque muchos hombres religiosos han iniciado guerras, no quiere decir que las religiones propician las guerras. Conoce tu doctrina y conoce la historia de tu Iglesia, y verás que la religión cristiana sí predica la Gracia de Dios, pero también es esta religión la que hace el mayor bien en el mundo a las personas necesitadas.
Ser religioso es tan bien visto, al contrario de lo que dice el joven del video en sus versos, que las mismas Sagradas Escrituras lo citan como bueno en todos los casos en los que aparece (Eclo. 1, 25; Hch. 17,22; Col. 2,23; St. 1,26-27). La religiosidad es la que hace que un individuo cambie hasta su núcleo y se vuelva a Dios que lo llama. La religión es la respuesta que le damos a Dios por medio de ritos, signos, símbolos, gestos, palabras, cuando le buscamos. No es cierto que Jesucristo y la religión sean opuestos, entonces. Sí, Jesús es más que la religión, porque Aquel por quien todo fue creado es mayor que cualquier cosa creada, pero Él mismo fue quien quiso tomar la condición humana para enseñarnos que no es lo que es humano lo que hace daño, sino lo que el ser humano utiliza para el mal. Él, siendo Dios, se circuncidó, se presentó en el Templo, iba a las sinagogas a escuchar la Palabra, cenaba la Pascua, guarda el ayuno, daba el diezmo. Jesucristo fue religioso… por ello, por la religión puedo encontrarme con Dios, por la religión es que puedo amar a Cristo.